sábado, junio 07, 2014

Pensar...

Cambios que alegran, cambios que impactan y más cambios que seguramente son históricos para el paisito donde todo puede suceder  y  tratar que lo poquito de credulidad que nos queda en los cambios se mantenga viento en popa y talvez por uno de esos descuidos llegue a la paz en la dicha suprema... uno se pone a pensar, con cuidado eso sí, porque pensar y decir lo que se piensa es una de las cosas que te ponen en riesgo por acá. Uno se pone a pensar que sería muy bueno en verdad tener un Ministerio y una Ley de Cultura, aunque hay algo proveniente del centro de tu razón que te dice que un Ministerio y una Ley de Cultura no serán para nada las panaceas que aliviarán el estado de cosas para la cultura en El Salvador.
¿Qué necesitaría la cultura en nuestro país para tomar aliento y seguir con su maratón? Y uno se pone a divagar y piensa que también sería muy bueno, además del Ministerio y Ley de Cultura que los encargados en las altas esferas de la toma de decisión dejen de ver al arte, pueblos indígenas y expresiones culturales únicamente como el bonito adorno de  mítines o eventos políticos y sociales, o la ocasión perfecta para parecer refinados o políticamente correctos, de paso estaría bien que las decisiones en estas áreas se comenzaran a pensar no solo como un ajedrez de egos para obtener mayores o menores cuotas de poder o preservar puestos y prebendas o pagar cuotas de lealtad partidaria, sino también que se pensara en el papel del desarrollo de la vida cultural del país dentro del plan para lograr la nación que soñamos  (si, soñamos, no es una palabra política ni un número, es una palabra humana, los humanos sueñan) y la vida digna que sus habitantes se merecen, aunque la mayor parte del tiempo no se les de oportunidad de pensar que lo merecen. Estando en esas sería muy bueno también que los mandos medios dejáramos de ser piezas sacrificables en ese juego de ajedrez y pasáramos a ser verdaderos colaboradores en la construcción de nación. Sería bueno que los empleados de gobierno del área de cultura pudieran pensar no únicamente en términos de su salario y el marcar a la hora o en cuántas horas extras y retorno por alimentación acumularán a fin de mes, o en si se hace lo que yo quiero y como yo lo quiero y el que no se aparte me lo llevo, sería bueno caer en cuenta que también somos gestores, facilitadores, trabajadores de la cultura para todos los ciudadanos de nuestro país.
Y si le damos vuelo al pensamiento, también sería muy bueno que los gestores, artistas, trabajadores culturales e intelectuales del sector independiente pudieran pensar no únicamente en el corto plazo o en términos de ganar el próximo proyecto aunque tenga que echarle zancadilla a mi abuelita si se interpone, ofrecer cielo y tierra a quien sea (o $0.50 por alumno al profesor) o echar pestes si esta vez no me tocó a mí. Sería bueno que también  nos comprometiéramos a desarrollar  nuevas formas de producción creativas, solidarias, inclusivas, diversas, pero no únicamente como discurso sino en la práctica y ya puestos a eso que desarrollemos nuestra capacidad de asociación, gestión y administración cultural y de aprovechar las herramientas que ya el sistema ofrece para resolver nuestros obstáculos por un proceso constante, nos va a tocar averiguar y trabajar en cómo los colectivos podemos solventar nuestro seguro social, fondos de producción y movilidad, no es nada fácil, los colectivos salvadoreños que no han esperado a que les resuelva el gobierno y ya están haciendo estas cosas de forma autónoma  pueden decirlo, pero es un interesante aprendizaje que nos hace ser cada vez más autosuficientes, eficientes, creativos y aportar a la construcción de nuestro país.
Y si seguimos entusiasmándonos, también podría pensar que sería muy bueno que los centros de estudio, iglesias, comunidades, asociaciones, ong's, instituciones y demás dejaran de solicitar nuestro trabajo de forma gratuita (si, el trabajo artístico e intelectual también es trabajo) o regatear hasta el 50% del costo del trabajo de artistas, artesanos, productores, gestores culturales y trabajadores intelectuales, creo que lo he dicho hasta el cansancio: a nosotros también nos cobran nuestras facturas en la moneda de curso legal, no pretendemos enriquecernos desaforadamente y de manera ilegal de esto pero si tenemos que generar el suficiente lucro como para poder dedicarnos a ello. Podemos realizar gestión conjunta de formas solidarias y creativas donde el ganar-ganar sea bueno para ambas partes. Sería bueno que padres, maestros, encargados de proyectos estatales o de ong's, alcaldes y asociaciones dieran a los ciudadanos a su cargo la oportunidad de experimentar también algo diferente de las jovencitas en ropa corta bailando regetón, los juegos de video o los concursos de televisión. Sería bueno que todos nos arriesgáramos aunque sea de vez en cuando a experimentar soluciones en vías diferentes de las que ya estamos más que acostumbrados... Si, ya sé lo que estarán pensando, soy una idealista sin remedio, pero les cito las palabras del bueno de Johnny:

You may say that I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you will join us
And the world will be as one


y dejo de pensar en voz alta porque pueden comenzar las pedradas en 3...2...1...

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