lunes, junio 20, 2011

Utopías

(Del gr. οὐ, no, y τόπος, lugar: lugar que no existe).

1. f. Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación.


Esa es la definición de utopía que me encontré en el diccionario de la RAE. La primera vez que vi la palabra tenía unos once o doce años y pensé que era un lugar que de verdad existía en alguna parte, como los lugares en las fotografías de las mujeres con cuellos largos en las revistas de mi abuelo. Para ese entonces había desistido de ser arqueóloga y antropóloga sucesivamente y había decidido irme con el circo, jugar fútbol o tener una emisora de radio, cosas todas en las que realicé sendas prácticas con mis primas.

Entonces, en un ejemplar que alguna vez tuvo tapas duras y buen encuadernado, de papel basto y letra pequeña, con varias páginas perdidas, encontré esta historia de la Isla de Utopía y de nuevo me enamoré, pero esta vez el amor fue para siempre. Así fue como encontré lo que iba a hacer cuando fuera grande: iba a explorar y a encontrar Utopía y entonces agarré mi mochila y me puse en marcha y he caminado mucho, por muchas partes desde entonces y he encontrado muchas islas, algunas como las de Gulliver, algunas como la de Robinson Crusoe, otras más como la de Giligan o de espejos como la de Salarrué y aún islas desiertas.

Alguna vez me han dicho que hay que hacer cosas tales como madurar y dejar de creer en utopías o dejar de intentar cambiar el mundo, que es como es y gira de la forma que gira, pero en el camino me comencé a encontrar a mucha gente que había crecido y madurado buscando y construyendo su Isla Utopía y de repente eran islas, archipiélagos flotantes como diría Eugenio Barba con esa imagen que me gusta tanto.

En El Salvador nos sobrepasan las malas noticias pero existe un importante archipiélago llamado también Utopía, Pao y Memo tienen una isla allá en Alegría donde pintan y bailan, Romel tiene en construcción una isla donde se entrena muy duro en las artes marciales, Carlos vive en una isla con mucha tinta y papel y letras y el fin de semana estuve con Julio, Irma y otros buenos amigos en otra isla en San Antonio Los Ranchos, que tiene mucho tiempo de navegar en las aguas turbulentas que nos rodean y hay muchas más, tantas que enumerarlas sería tarea para rato, aunque a primera vista no lo parezca, es engañoso este paisito imaginado. Me entusiasma cada vez que visito una de estas islas, se siente uno más acompañado, con más esperanza, es esta cosa que tiene el creer en lo que se hace: es contagioso.

Me alegra mucho haber tomado mi mochila hace tanto tiempo para explorar y encontrar este increíble archipiélago, me alegra haber encontrado osados compañeros exploradores con los que hemos comenzado a construir nuestra propia isla, pequeñita, con ganas de sol, aprendiendo cómo a cada paso, para hacer crecer este archipiélago que causa asombro entre los viajeros que tropiezan con él, porque nadie se esperaría que hubiera crecido tanto en medio de tanta tormenta y en aguas tan peligrosas.

lunes, junio 13, 2011

Diario de Harry. Visitas divinas

Desde nuestro reencuentro en Barcelona (tipo grupo de música pop pero sin las canciones), El Negro se ha convertido en mi dealer literario, mi nuevo período yonki ha sido muy productivo para mí y es que cada autor que me ha presentado tiene un sabor particular que hace que esta bibliomanía retroalimente mi grafomanía y así estoy, encantado de recuperar manías y sin querer parar. Luego llegará el hastío, como en todas las cosas, pero por el momento no nos adelantaremos hasta allí.
Entre los libros que viajaron desde Barcelona está este de pasta roja, con una portada muy al estilo de los cincuentas, que me remitió a mi infancia: mi mamá tenía libros, mi tío tenía libros, mi abuela leía (y escribía) poesía y mi abuelo leía ediciones viejas de National Geographic y de las Selecciones de Reader's Digest, en esa época yo debía estar en segundo grado, quería ser arqueóloga y las portadas de los libros siempre me fascinaban. Todavía cuando tengo un libro que llega por primera vez a mis manos le dedico un tiempo a la portada: veo la ilustración, los materiales, leo la contraportada y las reseñas en las tapas interiores si las hay; es como ver de lejos a la persona que te gusta antes de atreverte a saludar.
En ese entonces, en el mismo departamento donde ahora vivo y donde en un tiempo hubieron hasta ocho personas, vivió un tiempo mi tío el mayor, sus libros eran muy curiosos, había uno de tapa dura, amarilla, en la portada una caricatura de un tipo con cara divertida y una maleta, partiendo de viaje, el título decía "Exceso de equipaje" y el autor era Enrique Jardiel Poncela. Ese nombre fue el que volvía a ver, luego de tantos años, en esa portada roja: Enrique Jardiel Poncela, arriba del título "La tournée de Dios" y como subtítulo "Novela casi divina" y así, comencé una aventura de 472 páginas.
La estructura del libro me cautivó, el tipo numera los capítulos en orden cronológico, y debido a que en una novela se refieren a menudo sucesos anteriores, resulta que la novela comienza en el capítulo 20, continúa en el 1 y así, según lo que se necesita contar, de forma que si uno quisiera puede leerlo en el orden desordenado en que aparecen los capítulos o ir saltando del 1 al 2 y lo demás, esto, al igual que el estilo de Jardiel Poncela me pareció de lo más simpático.
Luego la historia es buenísima, resulta que un día Dios le avisa al Papa que ha decidido darse una vuelta por la tierra a ver cómo va la cosa y decide llegarse a España, donde la prensa, el clero, el gobierno y la gente importante corren de arriba a abajo para prepararse y recibir a Dios como se merece y el pueblo acude en masa para ver qué hace Dios. Cuando Dios llega los fans enloquecen y hay que controlar a la gente a sangre y fuego, luego de eso Dios es llevado y traído por todas partes en el tour oficial y por supuesto, la gente quiere que Dios diga algo y solucione el desmadre en que se encuentran (al parecer las cosas no cambian mucho). Dios habla pero lo que dice no es del agrado de nadie y todo el mundo se marcha dejando a Dios solo (insisto, las cosas no cambian). Junto a la historia de la visita de Dios también está la historia de los periodistas Perico Espasa, Federico Orellana y la esposa de este, la actriz Natalia Lorzain y como toda historia donde hayan periodistas y teatristas, la cosa será interesante y no tendrá un final feliz, aunque el libro es divertidísimo. En fin, me lo pasé tan bien que quería compartirles además un par de párrafos:

"Los Deportes
... nada más llegar, ya se hizo del Madrid y se puso la insignia en la solapa del guardapolvo (...) Tan simpático se le hizo el famoso club madrileño que, sin poder contenerse, lo tomó bajo su protección. No se hizo esperar el resultado, y fue que, en lo sucesivo, el Madrid quedó triunfador en todos los combates (...)."

"La felicidad os la di Yo también cuando os di la Vida y la Muerte, la Conciencia, la Inteligencia, la Voluntad, el Entendimiento, la Memoria, la facultad sexual y la Procreación; los Sentidos, el Dolor y el Placer, y todo lo Creado. La felicidad está en eso.
La felicidad brota de forma espontánea de cualquiera de esas partes y también del todo. La felicidad se consigue manejando discretamente cada uno de esos elementos y también todos a la vez... Pero ¿tengo yo la culpa de que vosotros manejéis esos elementos, y el todo, de una manera idiota? No. Yo no tengo la culpa. La culpa es vuestra (Grandes rumores)."

El discurso de Dios continúa con los políticos y aquí ya me imaginaba yo a Dios pidiendo la palabra en nuestra honorable Asamblea Legislativa, mientras los señores diputados feisbukiaban (o feisbuqueaban pues, si nos ponemos puristas, igual la palabrita todavía no aparece en el diccionario), hacían importantes llamadas telefónicas o miraban a Dios con cara de: "este señor no sabe de lo que habla". Ya ven, este vicio de la lectura que lo lleva a uno a evadirse de la realidad circundante y de vez en cuando provoca ese tipo de alucinaciones destinadas a aliviar la angustia de la realidad.
El tema es que puestos a soñar, no estaría de más que Dios se diera una vueltita por acá para ver este relajo, aunque a la mejor ya está enterado y precisamente por eso no viene, no vaya a ser...

lunes, junio 06, 2011

Tutorial para discursos políticos efectivos

En estos graves tiempos que atraviesa nuestra patria, me pareció urgente compartir esta información que puede ser de utilidad para la clase política salvadoreña, sindicalistas, vendedores de la calle, buseros, analistas y opinólogos, agitadores de masas presenciales o virtuales, aprendices de cantinfladas y para los que estamos considerando seriamente en fundar algún partido político, pupusería, iglesia, venta de cd's piratas o cualquier otra forma efectiva de afrontar la crisis ante los tiempos que corren, espantados por la realidad.

"En 1981, la revista española El Viejo Topo publicó un juego inventado por estudiantes polacos que deseaban probar el vacío de los discursos políticos. Se trata de una lista de fórmulas que puede leerse en cualquier orden, y en todos parece decir algo, sin decir nada (ver el cuadro). Pruébalo tú mismo: toma una fórmula de la primera columna, enlázala con cualquiera de la segunda, y así hasta llegar a la cuarta. Ensaya varias combinaciones"* (yo ya lo hice y es bastante entretenido)



*tomado del libro Taller de escritura creativa, de Marcela Guijosa y Berta Hiriart.