365 de viajes

365 ha sido como irse de viaje, algunas veces literalmente, dentro del paisito, por las calles del centro de San Salvador o incluso de un continente a otro, a veces ha sido irse de viaje sin moverme de la mesa del café sobre la Calle arce, al que cada vez voy menos por mi actual oficio de burócrata, pero al que iba a escribir al menos 3 veces por semana, allí se hicieron varios de estos cuentos, a veces pienso que cuando los publique en forma de libro los voy a organizar por temas y otras veces pienso que no, que lo mejor sería dejarlos como están, como salieron: desordenados, atropellados, recurrentes o dispersos... ¿Qué piensan ustedes? ¿Cómo los leerían mejor?

365 con Cuentos de soledades

En este 365 hay varios cuentos de soledades, estos han salido cubiertos de melancolía, a veces me gustan los cuentos así, son como para tomar café a las cinco de la tarde detrás de algún vidrio por donde ves pasar a la gente y sus prisas. He escrito en muchos lugares, pero hay sitios en los que me vuelvo recurrente, a veces me iba al parque Cuscatlán, con un termo de té verde y mi portátil a escribir toda la tarde... me encanta ese parque, creo que la próxima semana regresaré a esas tardes de escribir...

P.d. de sábado. Para quienes quieran actualizarse con los cuentos, se publican cada sábado en la página 2 del Suplemento Tre Mil del Co Latino, impreso y en línea

365 en El Pulpo

En esta serie de 365 aparece de nuevo El Pulpo, aunque hay quienes creen que es un lugar que me he inventado, tengo testigos que existe tal local con rockola incluida en el centro histórico de San Salvador, donde he podido encontrar innumerables personajes... aunque aclaro que solo uso la realidad como trampolín, cualquier parecido es pura gana de chismear y seguramente será superado con creces por cualquier noticia en el periódico de mañana...