viernes, enero 06, 2012

Día de Reyes

En aquel paisito siempre pasaban cosas: gente sacrificada que iba a cumplir con sus horarios de trabajo sufriendo los efectos de terribles medicamentos para misteriosas enfermedades, edificios vacíos y calle atiborradas de gentes que efectuaban el conocido ritual de tirar piedras sin esconder la mano, mientras gritaban: ¡somos pacíficos! ¡somos pacíficos! esta invocación servía para obtener bonos de tiempo extra en las calles, si se juntaban suficientes bonos se podían intercambiar por llantas encendidas que resultaban una magnífica decoración navideña, época en que las gentes del paisito se deseaban buenas cosas las unas a las otras aunque se hubieran peleado durante todo el año y aunque seguramente se seguirían peleando luego del día de Reyes, que pasarían por alto si no fuera porque marcaba el final del tour Guadalupe - Reyes del que muchos peregrinos emprendían el doloroso regreso por aquellas fechas.
Ese fin de año el tema de moda era la flagelación colectiva, acompañada de manos al cielo y gemidos, justificados por demás, ante la destrucción de cierto mural que hasta entonces había pasado desapercibido (al igual que muchas otras cosas), excepto por las fotografías turísticas y porque algunos incluso, habían dicho que era "feyo pero con su gracia". Eso levantó en mí cierta esperanza de que en el paisito por fin se reivindicara ese par de palabras que la mayoría de veces se ocupan sólo para los grupos cumbieros y algún que otro video de reguetón y que se difundieran por todas partes cosas como los derechos de autor, los presupuestos para el fomento de la creación artística, los derechos de imagen. Que se acordaran de artistas de teatro, circo, músicos, escritores, pintores y más que envejecieron sin seguridad social ni leyes que ampararan su trabajo y que ahora en el retiro se defienden como pueden... al calor de la cohetería de las doce y en medio de la euforia de abrazos hasta pensé que lo primero en la agenda del año sería un proyecto de Ley de Arte y Cultura...
Al día siguiente salieron las señoras a barrer el papelero de los cohetes y como era domingo, habría que tener paciencia hasta que el 2012 terminara de asentar su tambaleante paso de entrada, mientras diferentes gentes por diferentes razones volvían a parar el tráfico de la ciudad; hoy los Reyes me trajeron un poquito de sentido de la realidad (para variar) y me dije: "año nuevo, paisito... achís... este volado sigue en las mismas" y no me quedó de otra que reírme... y siacabuche.