sábado, noviembre 01, 2008

El Cuento de la visita a Nicaragua y la bailada apenitas

Ajá... la cosa es que yo siempre ando en varias cosas, de aquí para allá y algunas de ellas no tienen que ver con el Teatro, que es el gran territorio que habito, mi hermsa casa... pero de vez en cuando me entra lo pata de chucho y me voy a otros territorios artísticos a ver, respirar y experimentar con otras formas de decir las cosas. Así que pensé en este espacio como un lugar para esas otras cosas.
Eso me pasó cuando la Pao me dijo ¿querés ayudarme en una pieza que estoy preparando? y más se había tardado ella en preguntar, que yo en decir que si (ya ven, uno que va y se tira de cabeza).

Y entonces, había que bailar... una de las cosas que me encantan. Esto es un trabajo que la Pao viene preparando desde hace rato y Memo también estaba en esto, así que empezamos con unas clases de barra al piso.

















Me gustó mucho esta forma de moverse... luego a armar el trabajo, sobre el embarazo precoz, me gustó mucho esta forma de armar el trabajo, es un poco como trabajamos en el TIET con las secuencias de movimiento... y después directo a Nicaragua, al XIV Festival de Danza Contemporánea, que organiza Gloria Bacon.




















¡Ahhh... los hoteles! los hoteles, hostales y otros parecidos son algo a lo que creo que nunca podré acostumbrarme... pero tienen su encanto, buscándole el lado.
La cosa es que bailamos... bueno, la Pao con un tobillo del tamaño del mundo, después que por su bien o por su mal, se lo dobló en el primer día en el tetro.








Y yo piensa y piensa en que cada vez encuentro menos línea divisoria entre el teatro y la danza, aunque ambos territorios tienen sus formas particulares de trabajo y teatreros y bailarines, sus propios rituales y conductas... si... mi lado etológico, hay cosas de la biología que son difíciles de olvidar.
Otra cosa que me encanta de los encuentros en la posibilidad de conocer otras gentes, ver otras formas de trabajar, conocer otras motivaciones, escuchar otras historias.
Así que gracias enormes a todos los bailarines en este encuentro, a Gloria Bacon, a la Pao y a Memo...
y luego al bus. Este mes he pasado muuuuchas horas en el bus, de un lugar a otro; ver la carretera es una especie de trance donde surgen imágenes, sensaciones, premoniciones... cosas, cosas que tienen que vertirse en el teatro, en la literatura o en la danza, o en las cosas que a veces se me ocurren que no sé si son teatro o literatura o danza, talvez un territorio fronterizo, talvez un umbral... me gusta más lo del umbral, los umbrales son mágicos, permiten la entrada a otros mundos.
Y colorín, colorado, este cuento se ha terminado...

1 comentario:

elnegroyelflaco dijo...

Hola guapisima !!!! me alegro muchisimo de que sigas creando dia a diay de aberte conocido !!! mil besos !!! un negrito de por ahi