sábado, enero 25, 2014

Retóricas...

¡Al fin! Último día, cierre de campaña... esperanza que la próxima semana vengan días sin acusasiones amargas, lágrimas desaforadas, despechados reproches y spots tipo telenovelas, nada más que sin guiones tan buenos como para querer quedarse al próximo capítulo.
Casualmente, la semana pasada estaba revisando materiales sobre gentes cuyas ideas dieron vuelta  a nuestras vidas y me encontré con algo de Goebels... no espantarse, no hay ninguna filiación ideológica de por medio, sin embargo al leer sobre los principios de la propaganda nazi, uno no puede menos que maravillarse al ver las semejanzas entre eso y los anuncios de la campaña por tv... de todos los partidos... eso es de las cosas que a una la ponen a pensar, a la mejor porque una todavía tiene la ingenua esperanza de escuchar verdaderas propuestas de país, inteligentes estrategias de trabajo y  verdaderos oradores que con su palabra elegante, ágil y bien colocada logren tocar a la audiencia... si, si, soy idealista, lo sé y seguiré esperando por quién sabe cuánto tiempo más. Pero sólo para que tengan punto de comparación, les dejo acá los 11 principios de la propaganda del Sr. Goebles, talvez al ver los anuncios de campaña también les asalta como a mí, un deja vú.

Los 11 Principios de la Propaganda
Joseph Goebels

1. Principio de simplificación del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".

4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5. Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".

6. Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase:"Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".

7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público está ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad."


http://www.retoricas.com/2011/05/los-11-principios-de-la-propaganda-j.html

sábado, enero 18, 2014

El Mercado

Domingo. 12.30 del mediodía. Los 10 pabellones del Mercado Central de San Salvador totalmente inundados de gente, cestos, voces, ruidos, olores y todos los colores imaginables, una pequeña y caótica ciudad dentro del caos capitalino.
La pregunta existencial de los domingos de mercado: ¿Comemos antes o después de la compra? Hoy tomamos una decisión salomónica y decidimos recorrer la mitad primero, parar a comer y luego seguir con la otra mitad. Así que después de las queserías con sus tonos de blanco, enormes tarros de crema y pequeñas montañas de queso rallado, compramos velas de colores en uno de estos puestos donde te venden aguas de Ven Dinero y Tapaboca (según dicen efectivísimo contra los chambres), jabón Ven a Mí y unas botellitas que no sé de qué son, pero en su líquido cristalino navega la minúscula réplica de un pene, bajo la atenta mirada de dos o tres santos sin altar. Luego al puesto de las especias, donde adoro meter la mano en el saco de los garbanzos y sentir como crujen unos con otros  mientras el gato bengalí del puesto mira con ojos displicentes como nos despachan miel, canela, ciruelas y pasas. Atravesamos el edificio de las carnicerías y regresamos sobre nuestros pasos porque estamos a la mitad y es hora de ir a las coctelerías. Como en un domingo cualquiera, en todas las pantallas se juega el clásico Madrid contra alguien más y en las mesas de la coctelería de enfrente los hombres comentan a los gritos las jugadas en la pantalla. Nos ubicamos en la barra de siempre y preparamos el ambiente para los mariscos con un par de cervezas, que en el calor de San Salvador convierte cualquier mesa desarrapada en un oasis.
Miro a mi izquierda y en el extremo de la barra hay un hombre ebrio que ha pedido un coctel de camarones y con dos dedos alimenta delicadamente a un gatito negro que está en los huesos; el gatito apenas lame y el hombre le habla delicadamente para animarlo. El  hombre que vende el pan con ajo ha llegado y deja las bandejas a un lado mientras se toma la cerveza de rigor antes de seguir con su ruta de venta. La multitud masculina putea a algún delantero que ha fallado el gol y el hombre del gatito sigue hablando. Dejo lo que hay alrededor y me fijo en él, que aconseja al gato: "la vida es dura, pero tenés que darle otra oportunidad, comé, comé, ya vas a ver que vas a mejorar"... aquí dicen que los borrachos y los niños dicen la verdad, el gatito debe conocer ese dicho porque hace el esfuerzo y come un poco. El hombre borracho pide la cuenta y al gato, la mesera lleva la cuenta, pone el gato para llevar y el hombre con la mochila colgada al hombro, se tambalea hasta perderse entre el mercado. Llevo el envase a mis labios y mientras lo veo alejarse espero que ambos tengan otra oportunidad.

sábado, enero 11, 2014

Bolero Resbaloso...

Luego de haber visto el último dramón nacional... sí, ese que se ha hecho mediático por todas partes, con lagrimones en primer plano tipo video de MTV nada más que con fondo de Alci Acosta,  pensé que no podía haber mayor melodrama en la semana; como siempre, la vida superó mis expectativas y de pronto me vi en primera fila de otra de esas tragedias desgarradoras que solo pueden ocurrir cuando suceden cosas tan desastrosas e injustas como querer mover de lugar un escritorio, incluir un nuevo miembro en un equipo de trabajo o pedirle a alguien que pase información de un cuadro a otro... terribles desastres que pueden asaltar a cualquier sufrido burócrata que lo único que desea es sortear el cotidiano de 8 a 4. Viendo todas esas pasiones desbordadas pensé que había desperdiciado demasiado tiempo tratando de hacer teatro y que el futuro está definitivamente en las telenovelas... de mis cavilaciones episódicas me sacó el pensamiento de que hace ratos que no hay cuentos en la Gaticueva y así sin más, el tono de bolero se resbaló cual lágrima por la mejilla, hasta perderse (afortunadamente) como otras  tantas ideas descabelladas que me vienen de repente al ver la realidad.
Así que sin más, acá les dejo con otros cuentos de 365, los que podrán seguir leyendo este año cada sábado en el Suplemento Tres Mil de Co Latino, valga el comercial.





sábado, enero 04, 2014

Propósitos de Año Nuevo (again o deja vú... según)



Si, si, si... lo intenté en 2011 y fracasé estrepitosamente, luego lo dejé pero dicen por ahí que no hay peor lucha que la que no se hace... a menos que seas un político salvadoreño y quieras ir por la reelección, entonces por favor ni lo pienses... en fin, dejo eso porque estamos en campaña electoral y puedo salir apedreada... el tema es que decidí intentar de nuevo hacer una lista decente de propósitos de año nuevo... así que aquí estoy:
Luego de diez minutos sin escribir pienso en hacerle caso a Carlos y no volver a prometer que no me meteré en más líos. De paso dejaré de crearle falsas expectativas al Tiet y no diré que no volveremos a hacer alguna de mis locas ideas... a ver ¿qué más? Tratar de ser normal ha sido algo en lista durante demasiado tiempo, así que voy a quitarlo de ahí y ponerlo donde no me preocupe... si los vecinos no dejan de poner regetón a todo volumen en fin de semana es imposible dejar de desear su extinción total, así que seguiré escribiendo cuentos con muertos al final, solo para prevenir algún brote sicótico a lo Carrie, si le funciona a Stephen King... Bueno, vamos bien... trataré de no viajar y seré políticamente correcta... ok, no exageremos: trataré de no viajar, trataré... uufff, después de otros quince minutos, esto está resultando más difícil de lo que pensé porque no es nada realista prometer que creeré en el cumplimiento de las promesas electorales o que dejaré mis obsesiones teatrales o que no entraré intempestivamente en un café para escribir si tengo alguna idea que me parece buena para una historia... Aaaahhhh
... prometo no volver a involucrarme en la elaboración de estas listas de propósitos de año nuevo... mejor pasemos al pliego de peticiones dirigido a los Reyes Magos...

Queridos Reyes Magos... mmm... esto podría funcionar bien para un post de La Gaticueva...