lunes, septiembre 26, 2011

365

Tengo un nuevo proyecto entre manos, se llama 365 y son 365 historias, desde microcuentos hasta historias cortas de no más de media página. Como todas mis cosas comenzaron con un primer esbozo, un cuento corto que escribí el 1 de enero de 2008 y se fueron agregando más y más hasta hacer lo que mi amiga Consuelo Tomas llama masa crítica y entonces ya surgió la idea de hacer algo más en serio que estoy trabajando desde agosto de este año, justo después de terminar con todo lo del libro "Bajo el amate", donde recogí parte de la tradición oral de mi familia y que en este momento sigue buscando por dónde salir a la luz, es que de verdad que ese rollo de publicar es medio complicado por acá por el paisito.
365 es algo diferente del libro anterior. Cada día frente a la compu llego con algo o, como suele suceder, con nada, cada día es ese segundo de vacío en la boca del estómago al ver la pantalla en blanco y no saber por un momento de dónde sale la próxima historia. Recobrar todos los retazos de ciudad que uno va capturando sin querer con la mirada, en un sabor, en un olor que de repente lo regresa a uno en el tiempo y no sabes porqué, pero es una sensación que acompaña todo el día, recobrar el sentido de la vida en una taza de café, recobrar una conversación insana, una noche de bar, una mirada de alguien que te hubiera gustado conocer ¿recobrar o inventar?
Muchas veces les he dicho a gente que conozco y que lee mis cuentos que las historias, esas historias no son verdaderas, no del todo, talvez la prehistoria de esa historia lo fue alguna vez, pero hubo un momento en el que dejó de serlo y se volvió cuento.
Este fin de semana llegué a la historia número 100, me di cuenta cuando lo escribí: el número 100 e inmediatamente después el título de la historia: "Cuento".
Empiezo pues, una centena más. ¿De qué escribir? En los cien anteriores hay de todo: perros callejeros, decepciones, amores encontrados después de mucho tiempo, asesinatos, cafés de Madrid, fronteras, celebridades, sueños, abandonos, tardes tranquilas, aburrimientos, buses, muchachas solitarias, más asesinatos y buses (será el ambiente del paisito), leonas, asfalto, el metro de Barcelona, cadáveres, jardines, planetas inventados pero posibles... estoy pensando qué habrá en los próximos cien.
¿De qué quisieran ustedes leer un cuento?

1 comentario:

Jorge A Merino dijo...

Hola! :D
Yo quiero leer un cuento sobre un vendedor de café express... De esos que lo andan cargando... Siempre me ha parecido interesante su ritmo de vida, la lucha, el hecho de cómo verán ellos ese esfuerzo, contra qué cosas se enfrentan día a día...
Un día hablé con uno que tenía "un logo diferente" el me decía que se cansó de "trabajar para alguien más"... que construyó su propio contenedor e hizo el logo, averiguó donde imprimirlo y ahí andaba... interesante el hecho de independizarse, pero ¿acaso no es un gran esfuerzo, cómo para pensar buscar otro rumbo?, me dejó pensando mucho...

:D

Me llega tu blog!